6 de julio de 2012

Día 6: detalle de mi infancia

Mi antigua y primera casa. Adoraba esa casa, y la sigo adorando. Era pequeña, pero nunca me ha importado una casa pequeña. Me encantaba mi pequeño y simple cuarto. Recuerdo, que, cuando jugaba al escondite, me escondía dentro del armario, o, cuando mi niñera recogía, también lo hacía para ver si la podía asustar. Recuerdo que, cuando compraban mandarinas, cogía dos o tres, me las comía tumbada en el sofá negro mientras veía cartoon network y volvía otra vez a coger otras dos más, y así hasta que, un día, casi me acabo una bolsa entera. Recuerdo que me subía a la encimera de la cocina para abrir los armarios y coger galletas. Recuerdo la lamparita blanca con dibujitos, un sillón debajo de la bombilla y un osito verde en ella, en la esquina de la pequeña mesita de noche; en el cajón guardaba mi ropa interior. Recuerdo a mi perra metiéndose debajo de la mesa del salón mientras yo jugaba a las cartas con mi niñera. Recuerdo comer una hamburguesa muy muy muy lentamente mientras me embobaba viendo cartoon network, tan lentamente que acabé comiendo sola. Recuerdo enfermar de varicela, estar en la cama de mis padres y con la tele pequeña en frente. 
Recuerdo muchas cosas, todas buenas, en esa casa. Nada malo, ninguna preocupación. 


En el primer piso el que está en medio. 

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