23 de diciembre de 2010

Lee mi cara y dime que me entiendes.

Y desperdiciar el tiempo en banalidades, ¿porque para qué perder el tiempo con tus amigos, con aquellos que te entienden con sólo explicarlo una vez? Agotar tu tiempo...
Que te pongo esa cara, ¿y qué? No sabes ni por qué la pongo. Y el supuestamente mejor día del año yo me lo pasaré rodeada de desconocidos, en una ciudad desconocida y cohibida por la presencia de personas que no quiero. 
Puedo bailar con un millón de personas si tengo un sólo amigo al lado, puedo bailar sin nadie, pero no puedo bailar con un grupo de desconocidos. NO. Esto es una mierda, una puta mierda. Y yo la estoy viviendo de la peor manera posible. 
Quiero ir, decirle NO QUIERO IR y que ella lo entienda y me deje estar aquí, sólo a mí. Pero no, es imposible, porque ella no asume que yo pueda estar aquí, porque ella se cree que lo hace por mi bien, Porque esto es una puta mierda y ella no se lo cree.
No quiero estar así, pero no puedo evitarlo, porque cada vez que lo pienso, se me encoge el corazón pensando que no podré estar aquí, contigo, disfrutando del último día. Quiero poder quitarme esa congoja y pasármelo bien, y perder la vergüenza, toda, toda ella. 
Quiero dormir, pero no me atrevo, porque sé que estaré mejor dormida y que mañana, cuando me den el toque a las cinco de la mañana, yo no me querré despertar, y no lo haré, y todo saldrá "mal" para ella, y todo será más mierda que antes. 
Quiero dormir. Para siempre.

21 de diciembre de 2010

Llueve.

Deja de llover, pero no dentro de mí, ¿y dentro de ti?
La lluvia se precipita al fondo, donde las alcantarillas la atrapan hasta el fondo de la ciudad y necesito limpiarlas antes de que se vuelvan a asomar las nubes, o se desbordarán y la ciudad quedará inundada, y todo el mundo sabe lo que pasa en las inundaciones. Caos.


I love the way you lie. I don't want to spect that you are there for me, not any more, not now, NO.

10 de diciembre de 2010

Ninguna huella en un desolado mar de emociones. ¿Cuándo llegará algún forastero curioseando mis territorios? La entrada está vetada a amigos y conocidos, demasiado desprotegida me he sentido ya. Pero quiero a alguien que no me pida nada más, que sea fiel a mis territorios y que no los destroce, y que su paso por ellos me ayude a conservarlos.
Un alma con el que me pueda identificar sin mostrarle mi identidad, alguien que no se pueda llevar un cacho de mi, una pieza de mi enrevesado rompecabezas, algo que me deje un vacío irreemplazable. ¿Alguien se ofrece?

8 de diciembre de 2010

Estoy ñoña, te quiero a mi lado ahora mismo, conocer todos los rincones de tu cuerpo, rozar tu pecho con la yema de mis dedos y recorrer tu cuello con la boca, arrancarte los botones de la camisa y que me mires con tus ojos tan... limpios.
Estoy por pasar de todos y hacer lo que yo quiera, pero la única vez que pude, no lo hice. Ahora estoy con el pensamiento en la cabeza, hora sí hora también, y sé que de aquí a que mis manos y tu cuerpo se vuelvan a juntar solos queda mucho tiempo.
Estoy proponiéndome robarte antes de irme.

4 de diciembre de 2010

Romperme la cabeza.

Intento ponerle remedio, pero mis sentidos no me dejan, es como un ciclo sin fin, pero sin el como. Caigo en redondo a la oscuridad, y por mucho que lo intente no consigo frenar, porque cuando estoy apunto de conseguirlo, algo me hace recordar y me vuelve a hacer caer. Y por mucho que lo intente, sé que no voy a conseguir nada productivo. Intento arraigar algo de positivismo dentro de mí, para que me impulse hacia la salida, pero no lo consigo, es difícil, y aunque alguien lo intente, no consigue ayudarme. 

Necesito un golpe en la cabeza, que me de amnesia y que me haga olvidar todos mis problemas, y que me de fuerzas para poder sacar esto adelante. No necesito un golpe, necesito que me rompan la cabeza, que me la quiten y me la repongan por otra nueva, y mientras, quiero dormir, recuperar mi autoestima, y mis ganas de hacerlo, porque no veo justo, que sólo cuando TÚ quieras, las cosas estén bien hechas.

Quiero romperme la cabeza y no despertarme nunca, o que al menos, la nueva cabeza,  me mande hacer lo que tengo que hacer.