30 de junio de 2012

Hoy he visto Julie & Julia y la verdad es que me ha gustado mucho. Y me gustaría hacer un proyecto así, ya que la comida y cocinar son dos cosas que me encantan y disfruto tanto de ellas como de escribir en este blog o escuchar música. Sin embargo es una meta un poco difícil de conseguir ya que ni tengo un libro de recetas así, ni la enorme cantidad de dinero que tiene que costar llevar a cabo ese reto. Pero sí me he propuesto hacer algún par de retos este verano, y uno de ellos es este:






Lo empezaré el domingo, junto con mi amiga Ranky, para así ir a acorde con los días del mes. Me hace bastante ilusión así que iré colgando las fotos por aquí y a lo mejor comentando alguna cosilla sobre mí. 
Mi otro reto para este verano es escribir un libro... meta bastante más difícil pero que al menos espero que no sea como otro de mis mucho intentos por escribir algo de más de diez páginas. De momento sólo llevo casi media página, pero lo importante es empezar, ¿no?

28 de junio de 2012

Érase una vez una chica que, sin saber por qué, se enfurecía al ver ciertas fotos, o un resquemor le atacaba el corazón, haciéndola sentir estúpida y vulnerable ante todo. 
Odiaba sentirse así, se odiaba así misma cuando se sentía así. 

24 de junio de 2012

Y pensar que me queda tan poco y parece estar tan lejos... 
Una depresión de caballo es lo que tengo ahora mismo. La presión puede conmigo y el hecho de estar así tanto tiempo es aún peor. Y ver a la gente haciendo planes no me ayuda. 
Tengo muchas ganas de estar sola, sola y sin preocupaciones, estar tumbada en el sofá sin apuntes delante o sin tener que pensar cuántas horas me quedan para acercarme al final. 
Pero no todo acabará este lunes. Habrá que buscar un trabajo y preparar las otras dos asignaturas para septiembre. 
Llevo la mañana prácticamente perdida, no consigo concentrarme y lo único que pienso es : que le den a todo. 
Qué divertido. 

20 de junio de 2012

Incluso Annie

En la tranquilidad de la noche es cuando de verdad se puede uno poner a pensar. 
Hace tanto tiempo ya... y sigo sin entender nada. Dentro de mi ingenuidad me cuesta mucho comprender las acciones de las personas, de muchas personas. Pero en concreto de una. Todavía no sé qué hacer en realidad con lo que pasó. No sé si olvidarme de ello encerrándolo en alguna parte de mi cabeza, si seguir como he hecho hasta ahora: decirme que ese primer tiempo sí fue de verdad, no fue una mentira piadosa que acabó transformándose en un vaso de agua desbordado; o enfadarme por todo, y odiar todo aquello que ya pasó.
Annie no podría con esta última opción, la superaría por completo. Y ahí está Annie: cotilleando sin que nadie lo sepa, comprendiendo cada vez menos a medida que más ahonda. Y ahí está Annie: sintiéndose culpable por algo que no entiende... culpable no es la palabra, en realidad; se trata de un sentimiento bastante raro, una mezcla entre culpabilidad, dolor y rabia. Por supuesto, Annie, sólo es capaz de dirigir esos sentimientos hacia ella. ¿Cómo poder culpar a nadie que no fuese ella?
Mientras, Bárbara sigue con esa obsesión en su cabeza, preguntándose por qué se pone tan inquieta cuando piensa en ello, y por qué piensa en ello cada vez que pasa por determinados lugares. Lugares que se han convertido en rutina. Rutina que le aplasta la moral. Moral que ya no sabe si existe, porque esa rutina de lugares la está volviendo loca, ¿por qué es así? Bárbara no lo sabe, lo medio intuye, pero creemos que no quiere reconocerlo. Incluso ella lo cree. 
¿Y Jul? Jul sigue feliz, ajena a todo lo que le rodea, porque ella tiene la suerte de poder evadirse del mundo gracias a él. Desgraciadamente el mundo no se lo perdona y la castiga avanzando las agujas del reloj. 
Pero Annie y Bárbara están asustadas por Jul. Demasiada suerte ha tenido. 
Incluso Annie lo piensa. Y Bárbara lo remata. 

12 de junio de 2012

Exámenes. 
Examen, examen, examen, examen y examen. Cinco exámenes en total. Afortunadamente, este cuatrimestre me los han organizado mejor, y entre examen y examen tengo entre tres y cuatro días para poder estudiarme el resto de asignaturas. Pero entro en contradicción, porque cuanto más separación hay entre los días, más vagueza me entra, y después, estoy como ahora: las once menos veinte pasadas de la noche y todavía me quedan cuatro temas. En realidad son dos y medio, porque dos de ellos me los sé así de pasada. Pero estoy en duda: ¿duermo y me levanto temprano, o sigo y duermo poco después, o duermo un par de horas y después estudio?
La primera opción la descarto de inmediato; nunca he conseguido hacer eso, y no creo que hoy vaya a ser una excepción. 
La segunda... estoy bastante harta de estudiar, llevo dos días así, y sólo tengo ganas de hacer el examen y quitármelo de encima ya. 
La tercera... es la más viable, viendo las otras dos, pero ¿y si me duermo y no consigo despertarme a tiempo?
Mañana tengo que coger el tren a las siete y veinte (50min) y un autobús desde la Alameda hasta la universidad (20min aprox.), sería una hora y poco más para poder estudiar, pero no lo haría, no demasiado bien, me gusta demasiado mirar por la ventana y cotillear (lo más disimuladamente) al resto de la gente.
A medida que pasa el tiempo, dejo estas estupideces a un lado, acabaré haciendo lo de siempre: estudiar hasta que no pueda más, dormir, y mañana, cinco minutos antes del examen, leérmelo todo por encima. 
No tengo remedio. Pero ninguno.