27 de mayo de 2009

¿Acabará?

Días inolvidables recorren la cabeza, esquisteces de la vida, podría llorar por todo lo bueno que recibo, he recibido y me queda por recibir, pero no lo hago, no quiero mojar los momentos con lágrimas impuras que si se derraman no son por eso. No. Ahora pienso y me doy cuenta de que no sé de qué me quejo:
¿De los estudios? Acabarán ¿De las peleas? Acabarán ¿De los gritos? Acabarán ¿De los insultos? Acabarán ¿De los viajes obligatorios? Acabarán.
Todo acabará algún día u otro, tan sólo tengo que esperar... parace tan fácil... La verdad es que no lo llevo mal, he aguantado mucho tiempo, creo, que incluso más de lo que aguanta mucha más gente.
La hipocresía abunda en este mundo, primero te matan y después te reviven con roces no intencionados, pero no importa, porque a los tres minutos volverá a coge su guadaña y la alzará contra tu cabeza, ¿pero qué va a cortar? La respuesta es nada, la cabeza ya está en el suelo, así que empieza a picotearla, a descuartizarla, los sentidos, todavía latentes, se van descomponiendo poco a poco, la sangre los encharca y ya no diferencian, al cuerpo no responde, los miembros se inmovilizaron, ¿quién recompondrá ese cuerpo tan maltrecho y lo devolverá a la vida? El hipócrita seguro que no, esperará a dejar el cuerpo fuera, junto con los cachitos de la cabeza, para que las risas de otras, las jugarretas de otros y los abrazos de todos lo recompongan, lo reconstruyan, pero cuando vuelva a entrar el cuerpo pierde el alma, la vida se esfumó, ya sólo es un zombie. Pero sigue sintiendo el dolor que le corroe cada vez que ese hipócrita le mira, cada vez que intenta volver acercarse para descuartizar otra vez al zombie que llora por un sólo ruido, por un sólo comentario. Pero la pregunta clave es: ¿Acabará como todo, cómo todo lo anterior, o seguirá existiendo hasta que ya no se pueda recomponer otra vez al zombie con dolor?
Demasiada hipocresía recorriendo las venas de la ciudad...
La heroína sin poderes

Sin intenciones





Las lágrimas se derraman por mi cara, ya vuelvo a estar cansada, ya es la tercera vez que asoman por el lacrimal, a la segunda fue la vencida, empezaron a brotar y las ganas de desaparecer nunca fueron tan grandes. No tengo ganas de hablar, ni de tocar, ni de que me hablen, ni de que me toquen, pero sorprendentemente esos deseos se esfuman cuando me tocas, cuando apoyas tu cabecita en mi hombro sin decir nada y simplemente estás a mi lado. Ahora cierro los ojos y en escalofrío recorre mi cuerpo. No es una carta de amor, no tampoco tiene inscrita alguna intención, sólo escribo lo que siento. Gracias por ese silencio desinteresado, gracias por las palabras no insistentes.








La heroína sin poderes

20 de mayo de 2009

One foot wrong

Tropieza, aguanta, levanta y sigue.
Tropieza, aguanta, levanta y sigue.
Tropieza, aguanta, levanta y sigue.
Tropieza, aguanta, levanta y sigue.
...
No te permito que pongas un pie mal, en la cuerda floja de verdad no hay red debajo que valga. los pies en línea, no mires abajo, los brazos rectos y estirados, el cuello alto, la espalda recta, un paso alante, un paso atrás, corre... y llega hasta la base, ahora saluda, ¿para quién?, que no se te olvide sonreír, da igual cómo estés, que no se te olvide. Ahora baja, ¡rápido!, prepárate para la siguiente función, no hay tiempo, tienes que salir ya, ¿para quién?, ¡¿pero qué haces con ese traje?! Da igual sal, ya no importa, total, va a seguir siendo lo mismo. Venga, vamos, no te duermas, el público te aguarda. ¿Qué público? No me reproches, todo lo hago por tu bien y mira como la cagas, debería darte vergüenza, al menos podrías mostrar algo de arrepentimiento ¿no? Déjalo, hagas lo que hagas, no es suficiente.
De vuelta a la cuerda, esta vez en los ensayos, por fin tengo la red, pero aun así...
Tropieza, aguanta, levanta y sigue. Tropieza, aguanta, levanta y sigue. Tropieza, aguanta, levanta y sigue. Tropieza, aguanta, levanta y sigue.
La heroína sin poderes

18 de mayo de 2009

Para mi puñetero despertador

Cállate, no quiero oírte. ¿Que qué es lo que quiero entonces? Quiero coger y tirarte al suelo, que te rompas en mil cachitos y... ¿Cómo que para qué? Pues para que me dejes enpaz, para seguir metida en a cama, sin preocupaciones, soñando cosas que no recuerdo. Ya sé que hoy no te oí, pero estabas a mi lado, con la alarma quitada y riéndote de mí. Sí que te reías de mí, siempre lo haces. No, no tengo fiebre. No ardo, sólo estoy furiosa y entonces me pongo roja. No sudo, es que tengo un poco de calor. Crees que tengo... Vaya, ¿me he desmayado? No, sólo me he vuelto a dormir. No tienes razón. Déjalo ya. Puñetero despertador.

Cinco sentidos

No quiero tener que estar atenta a si vienes o no, tener los cinco sentido puestos por si pasas al lado de la puerta y escuchas el sonido de mi respiración. Abres la puerta y recibo un grito. La furia consume mis venas y hierve mi sangre. Lloro por desesperación y callo por impotencia. ¿Por qué no puedo simplemente gritarte? Porque soy estúpida, porque pelear contigo me agota más todavía y mis gritos no hacen más que debilitarme. Sólo dos años me digo, sólo dos míseros años… ¿Pero acaso el tiempo no va lento cuando más queremos que vaya rápido, que se ponga, nunca mejor dicho, pilas y que el reloj avance de manera irracional? Pero tampoco puedo, el tiempo no va rápido y las pilas agotadas del reloj sustituyen a lo que llamo cerebro. Tenía previsto terminar así: No, si al final tienen razón, soy una fracasada… Pero casi se me ha pasado el momento mierda, así que firmaré de otra manera:
La heroína sin poderes

12 de mayo de 2009

Algo que termina bien

Tengo ganas de escribir, pero no sé el qué, debería de estar estudiando o haciendo deberes o trabajos, o buscando información, o leyendo para hacer un trabajo de ese libro. El caso es que cosas tengo por hacer, pero no tengo ganas de hacerlas, quiero escribir, pero no puedo permitirme acostarme tarde y ya son un par de minutos pasadas de las diez y media, bueno, ahora tres.
Tengo la sensación de que mañana será jueves, espero que me pase algo bueno y no llueva, arruinándome, así, la excursión a la playa. Y estoy estresada, porque necesito un día con 48 horas, pero en realidad no, lo que pasa es que me pongo a pensar y me asfixio, y es entonces cuando desearía para el tiempo, hacer todo lo que tengo por hacer y después, una vez se vuelve a poner en funcionamiento el mundo, aprovecho el tiempo con vosotros. Dios, como me gustaría eso. Y ahora que lo pienso, ya sé de qué escribir:
¿Nunca habéis deseado tener algún super poder?
Yo sí, lo he pensado inumerables veces, aunque después me arrepiento y me embarga una sensación de desaliento... Me doy cuenta de que no puede llegar a pasar y me deprimo, pero luego sigo pensando en otras cosas y se me pasan.
Mira si hay super poderes, ¿eh? Está el de controlar los elementos, por separado o en un pack, el de tener la posibilidad de cambiar de tampaño, el de cambiar de especie, el de ser super elástico, convertirse en fuego, poder mover objetos con la mente, lanzar rayos, pasar de la gente (sí es también es un super poder, y si ya la persona que te molesta te deja en paz, es que tienes un don extraordinario xD), respirar bajo el agua, super oído, super vista, super fuerza...
En realidad hay un montón más, pero no se me ocurrían más. Pero el que más me gustaría a mí tener, el que de verdad ansío, es el de leer la mente. No por saber los pecados de la gente, ni porque sea una cotilla, sino por saber qué piensa de mí la gente. Eso es algo que odio, el no saber que piensan de mí, por una parte me importa una mierda, porque de los desconocidos no quiero saber ni dónde viven (a menos que me caiga bien, claro). La otra es por los conocidos, familiares, amigos, profesores, etc. Me carcome por dentro el no poder saber qué piensan de mí, es algo que me supera. Sobre todo con la gente hipócrita, dios, como las odio, y mira que yo también me comporto de igual manera a veces, pero sólo con algunas personas, y en esos momentos me odio a mí misma por convertirme en algo que no tolero. Pues eso, leería sus mentes, pero sólo lo mío, nada más, para saber de verdad si están conmigo por como soy, si no me sonríen por conveniencia o simplemente me tienen de segundo plato por si su compañera de al lado a faltado o pasa de ella; o saber si de verdad hago las cosas que me gustan sin que le perjudiquen a los demás... No lo utilizaría para el mal, aunque sé que espiar no está nada bien, y mucho menos en la mente de los demás.
Pero sólo durante un tiempo me encantaría poder hacerlo, o tener cualquier otro super poder, por ejemplo, el de convertirse en el animal que quieras, eso sería una gozada, porder uir por dónde, dónde y cuando quieras, la de cosas que se podrían hacer con esa habilida...
La heroína sin poderes

11 de mayo de 2009

¿Por qué te quiero?

Pregunta estúpida, respuesta inútil. Tú lo sabes, a lo mejor en la superficie de tu cerebro no lo encuentras y te desesperas por buscar cosas buenas, no lo hagas, sólo sirve para sacar defectos. Ahora mira en tu subconsciente, te cuesta ¿eh? (A mí también xDD) Si ves que no puedes no importa, ya te respondo yo: No te quiero por tu padre, ni por lo cerca que vives, ni por haberme regalado un libro o un anillo compartido, ni por tus converse, ni por tu mp4 que me prestas cada vez que te lo pido, ni por tu obsesión por las fotos... ni por incontables cosas que ahora mismo no llego a recordar (aunque creo que no hay más xD). Es simple, te quiero por tu inteligencia, que aunque a veces te hagas la vaga eres más lista que el hambre, por el cariño que me das siempre que te doy un abrazo, porque siempre me respaldas cuando se meten conmigo, por las veces que nos hemos quedado hablando hasta las tantas cuando tendríamos que estar durmiendo, porque me comprendes y haces que me sienta bien, por cómo arrugas la nariz cuando nos damos un beso de gnomo o te doy con el dedo, por cómo mueves esa muñeca tan delgadita para darme un manotazo cuando te voy a tirar de algún rizo... Son las 23:14 y te escribo esto, porque te has convertido en una de mis mejores amigas, porque sé, que aunque esté un sólo día sin verte me echarás de menos, porque a mí también me pasa, porque a todos nos pasa cuando conocemos a una persona tan maravillosa e inocente como tú, porque no cambias cuando uno se da la vuelta, y aunque te traicionen sigues intentándolo, porque ¿por qué decir que no? ¿Por qué no darle una oportunidad más? Sé que has sufrido, que sufres, y espero que no sufras más, porque eres maravillosa y te quiero, y por cada grado de sufrimiento que tu piel reciba lo sentiré como si fuese mío. Ya no sé qué más decirte, y mis pequeñas neuronas no aguantan más el cansancio, tengo un millón de argumentos por los que contestarte, pero están liados y no consigo ordenarlos. Sólo me queda repetírtelo: TE QUIERO I wanna play to be a rock star, to scream & shout, with all my rock band...

6 de mayo de 2009

Otra vez

Otra vez cansada... Pensé que lo había superado, que había vuelto a ser yo misma y que ese sentimiento extraño de que no soy había desaparecido, que la rabia se había consumido, pero no es así. Ahora mismo me refugio en la música, con los cascos puestos, a todo volumen. Ojalá se pudiesen poner más alto. Me sirve como refugio, pero no es sufieciente, siempre está ahí para molestarme, para matarme lentamente, para recordarme lo miserable que soy hasta que no salgo por la puerta y no hoigo sus palabras. Qué ganas de chillar, de pegar un puñetazo, de... He perdido la paciencia y mi límite se resume a nada, sólo espero recuperarlo cuando me vaya (o se vaya). Me fui a dar un paseo, sin móvil, sin reloj, no quería que me molestansen. Llegué a la playa, concretamente el espigón, después de haber andado unos quince minutos, me senté en una roca, y me puse a mirar el mar. Tan tranquilas las olas, cómo me apetecía sumergirme y no salir. después de lo que me parece muy corto vuelvo a casa, algo me tienta de ir por una acera estrecha y que parece no tener fin, pero mis pies dicen lo contrario, no quieren ir por allí. A veces pienso que quién dirige sobre mi cuerpo son mis pies, que mi cabeza no tiene nada que ver.
A veces pienso que sin existir sería mejor.
Quiero comer, así se solucionan las cosas durante unos segundos, minutos, horas. Pero no puedo, debo contenerme, ser fuerte, acabar con esto. Me he hartado de la música, me duelen los oídos y dentro de poco empezarán a pitarme, pero me da tanta pereza quitármelos, volver a la realidad... Ya está. ¿Y ahora qué?
A esperar los besos que duelen y producen asco.

5 de mayo de 2009

¿Para qué sirve el ADN?

Estaba haciendo un trabajo sobre el ADN y una de las preguntas era:
¿Para qué sirve el ADN?
Y miré en el libro, para buscar la respuesta, la encontré y la puse:
Tiene la finalidad de conservar y transmitir la información genética, también, cómo la función bioquímica, la síntesis de proteínas a través del ARNm.
Pero, ¿de verdad sirve para eso? Obtuve la respuesta en seguida pero obviamente el libro no iba a contener esa puesto que resulta insultante para la mayoría de las personas e incluso para el propio ADN. Pues bien, he aquí mi respuesta:
El ADN sirve para conservar y transmitir la información genética de todas las personas con o sin mutaciones, creando así a los idiotas incontrolables que hay en el mundo.
Y he aquí la conclusión a la que se llega donde el ADN es avergonzado:
El ADN crea a personas incapacitas para el raciocinio y el avance, es decir, a idiotas. Llena el mundo de insuficientes y lo convierte en un mundo de calamidades e infortunios.
Pero ahora bien, os podréis preguntar ¿pero qué pasa con las personas no idiotas? NO hay personas no idiotas. Es verdad, que las hay que descubren, inventan, innovan, pero eso sólo significa que son menos idiotas. Señores y señoras, la humanidad no es lista, sino, ¿por qué nos cargaríamos tanto el mundo, por qué existiría la política o por qué, en el caso más grave, todo el mundo ha preguntado alguna vez: ¿qué haces? Cuando una persona, por ejemplo, lee, cose, o ve la tele? Y lo sé, sé que ofende, incluso a mí misma me ofende, pero qué decir, yo también lo he hecho. Pero lo peor de todo no es hacer esa pregunta, lo peor es esperar a que esa persona te responda, y es ahí cuando nos convertimos en idiotas, y hasta que ese gen que hace que cree una neurona que se active que mande al cerebro una señal creando un impulso nervioso para activar uno de nuestro preciados sentido y que pregunte, el mundo:
Seguirá siendo idiota.
No pretendo heriros, sólo mofarme de quien diga la próxima vez: ¿qué haces?

4 de mayo de 2009

18

Notas, notas, y más notas, sóoooolo importan las notas. Has bajado, no te duermas en los laureles, ¿no tienes ningún examen que preparar? Mira que después te pilla el toro... No, mamá, a mí es que me gusta suspender, estresarme y no dormir, lo hago por placer. Pues claro que no tengo, vale, a lo mejor la forma no es la más apropiada de estudiar... para ti, yo puedo hacer las cosas con menos concentración pero parece que no me crees. No me conoces.
Quiero hacer esto, me encantaría. Le digo a mi madre, pero lo que obtengo por respuesta es:
-NO, deja eso como hobbie, lo que tienes que hacer es estudiar una carrera en la que tegas el fututo asegurado, ya harás eso cuando quieras.
Y le contradigo diciéndole:
-Pero que ya se que tengo que estudiar una carrera, si eso lo tengo más que claro, pero...
-Pue ya está, además, todavía tienes tiempo para decidir lo que quieres.
Fin de la conversación. Ya está. No más. Y ni se te ocurra contradecirle, que si no te monta la de Dios. Resignada te callas, la mandas a la mierda e tu fuero interno y piensas que cuando seas mayor de edad . Todo se resume a eso, a los 18. Las ganas se acumulan, es inevitable. Cuando pienso que dentro de unos años podré hacer lo que quiera... ¡¡Qué ganas!! Pero aguanto, me callo, agacho la cabeza y vuelvo para mi cuarto, a hacer como que sigo estudiando para que se sientan orgullosos de mí aunque no lo reconozcan...

2 de mayo de 2009

¡Vete a la mierda, pero a la puta mierda!. Estoy harta de ti, no te aguanto, no te soporto, ojalá murieses. No me toques, me das asco. No me hables, que me henervezco. Te odio. Escucho tus quejas, me avergüenzas, alimentas mi ira, no aguanto más. Ya no siento, no lloro, y todo ¿por qué?, por TUUUUUUUUU culpa. Cada murmullo que emites se claba en mis entrañas y elimina lo poco de cordura que me queda, apunto estuve de tirar la taza al suelo y gritarte que te fueses a la mierda, o de tirarme por el balcón, o de hacer algo peor, prefiero agotar mi existencia con tal de no verte. Sí, sonrío, pero porque no estás pululando por mi alrededor, porque no me consumes, porque no me echas las mierda encima todo el rato recordándome lo malnacida que soy... No puedo más, no aguanto más, te ODIO