3 de abril de 2011

Switch OFF.

Ni un sólo beso de buenas noches. Soy escoria entre escoria y ya no sirvo para nada, mi existencia es nula y ya no soporto su peso sobre mis hombros. Me cuesta respirar; quiero que todo acabe, que fluya sin obstáculos, que acaricie la superficie, que se abra a la vida.
Quiero desconectar mi cerebro; deja ya de pensar en mil y una cosas a la vez, -le suplico- pero no me hace caso; olvídate de mí, -le ruego- pero despotrica incesantes incoherencias, martillea mi cerebro con unas cuantas, y repetidas, palabras. La súplica es siempre la misma, y la respuesta también:
Apágate. No.
La confianza se fue de viaje durante un tiempo indefinido y hoy al despertarme tampoco pude ver más allá de la decepción. Hacerles tragar sus palabras me llevará un tiempo, pero no mucho. Apremia, yo lo sé, él lo sabe, ella lo sabe, todo el mundo lo sabe. 
Hoy me encuentro mal, mi cerebro ha decidido que hoy no funciona, que hoy sería mejor soñar con lo que me gustaría que pasara en un futuro lejano, o soñar mejor con mis pensamientos encontrados, esos que me rondan la cabeza una y otra vez y se quedan ahí guardados esperando mi próximo error. 
Vuelvo a desviarme del tema, vuelvo a escribir sin sentido.


Apágate,apágate,apágate, apágate, apágate, apágate, apágate, apágate, apágate, apágate, apágate, apágate, apágate, apágate, apágate, apágate, apágate, apágate, apágate, apágate, apágate, apágate...
NO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Comenta! Mi blog tiene mucha hambre y ¡sólo se alimenta de comentarios!