23 de abril de 2011

No hay ganas.

Mi cabeza da VUELTAS sin sentido sujetada a mi cuello; con mis manos tiro del pelo como si así saliesen mis preocupaciones de ella, me duelen los tirones, pero ya no sé qué hacer, me quedo sin ideas, sin aliento tan sólo de pensarlo, sin... ¿sin ti?
Hablando con la almohada me repitió la misma conversación que tuve contigo, no la había asimilado bien del todo, pero ahora sí, y me doy cuenta de lo que significa. Los argumentos salían de mi boca, mi garganta emitía sonidos, palabras coherentes, mi oídos las captaban, ¿cómo es que los tuyos no? Veo tu cara... ¿acaso no eres capaz de entenderme?, ¿tan raro te parece que es?, o ¿es que siempre tienes que buscarle algún error a la relación? Yo te quiero, pero mi cuerpo no es capaz de seguir a mi corazón, no te preocupes, no eres tú, no es contigo, simplemente es así, pero por mucho que te lo repita parece que no hago ningún efecto sobre ti.
Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero...
¿Acaso no me escuchas?, ¿por qué te tapas los oídos? ...Me estoy repitiendo, y  mucho. Ya no sé cómo seguir; dejemos que esto vaya a su ritmo.


Creo que ahora me toca esperar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Comenta! Mi blog tiene mucha hambre y ¡sólo se alimenta de comentarios!