14 de abril de 2009

Momento mierda: la realidad cotidiana

Una mentira que al pasar la puerta de mi casa se vuelve realidad. Ya está, ya puedo parar. Ya puedo para de fingir porque nadie me ve, nadie se preocupará. Ahora llego a mi cuarto después de saludar a voz en grito a las paredes de mi casa con la intención de no tener que buscar a alguno de mis familiares para no gritarles que me dejen en paz, mandarlos a tomar por saco y pegar un portazo al entrar en mi cuarto. Entro, cierro la puerta, me quedo de pie mirando lo que me rodea, analizándolo y comparándolo, e identificándolo como mi momento actual, con mi momento mierda, porque eso es lo que es, es un momento mierda. Desgraciadamente antes de poder salir de ese momento y despejarme, aparece mi madre abriendo la puerta como si mi cuarto fuese un lugar público, y me pregunta que qué es lo que voy a hacer, cómo si no lo supieses, me gustaría contestar, pero no, me callo y le respondo: -Nada mamá, me cambiaré y mientras espero a que esté la cena estaré un poco en el ordenador escuchando música. Me dice que muy bien y cierra la puerta con un la cena estará lista en media hora, haciendo que mi momento mierda se alargue más de lo necesario. Ahora me dispongo a cambiarme (tal y como le he dicho a mi madre) pero antes le doy al botón de encender del ordenador, haciendo que el silencio de mi habitación se convierta en el murmullo del ventilador del ordenata. Cambiada, sentada en mi silla delante del ordenador, desesperada porque se ha quedado pillado justo en la situación más crítica de mi momento mierda, en el que estoy a punto de llorar, pero me contengo lo justo, lo necesario para no afrontar una derrota y justo cuando ya me he "calmado" y mis lágrimas se han convertido en mi mano levantada a punto de pegarle una torta a la pantalla del ordenador, el reproductor windows se pone en marcha dejándome vía libre para darle a Paramore, My Chemical Romance y otras... y disponerme a olvidar, pero otro problema me asalta alargando, otra vez, mi momento mierda: Ya es la hora de cenar. Oigo el grito que propina mi madre desde la cocina diciéndome ¡¡La cenaaa!!, diciéndome que mueva mi puñetero culo de mi puñetera silla y que apague la tan puñetera pero apacible música para sentarme en otra puñetera silla rodeada de gente que no tiene ni puñetera idea de lo que me pasa simplemente por otra puñetera sonrisa. Pues bien, ya sentada y haciendo como que como, me empiezan a atosigar de preguntas pero no les basta con una respuesta escueta, NO, hay que hacerla larga porque ellos son felices sin su momento mierda y no se pueden poner en mi lugar. Con respecto a las escueteces se enfadan y la cena termina en un silencio interrumpido por los cubiertos, el masticar y el tragar y con una tensión cortada con mi cuchillo mientras hago que como. Cena terminada, otro paso menos para que termine el momento mierda. Vuelvo a mi cuarto y regreso al momento mierda en el que la música no se pone, harta, me meto en internet para actualizar y hacer una nueva entrada, pero la inspiración no me viene y hago una actualización de mierda y unos comentarios de dos palabras: Ola y adiós. Para colmo la inspiración tampoco aparece al retocar la foto y una vez subida la calidad es una mierda, la actualización es otra mierda y todo se resume a que cuando ahora vas al blog no te entran ganas de leer y no comentas (o si no, dejas otro comentario mierda) y vuelves a probar si escribiendo un rato más las musas se dignan a mostrar su gloriosa presencia y, al menos, escribes algo que esté decentemente para que cuando te vayas a la cama no te sientas una piltrafa. Y... ¡¡ALELUYA!! Algo te sale bien después de un momentazo de desesperación y suspiras aliviada una vez que lo cuelgas y ves lo perfecto que ha quedado. Ya está, ya ha terminado bien, la música al final funcionó y tu día ha terminado bien, de hecho ha terminado perfectamente bien, y cuando te dispones a chatear un poco para seguir saboreándo es victoria taaan costosa y a atender a tus olvidados hablantes del chat (porque siempre son los mismos lo que te hablan) vuelve tu madre a entrar en un sitio público, te hace el interrogatorio de siempre (¿te has labado los dientes?, ¿tienes la mochila hecha?, ¿y la ropa preparada?) y contestas cómo si tuvieses cinco años en vez de los bien cumplidos 15 que tienes desde hace seis puñeteros meses. Y vuelve a convertir tu cuarto en... eso, tu cuarto, volviendo a cerrar la puerta mientras te dice en tono amenazador: -Apaga el ordenador y duérmete, que como mañana llegues tarde... Y tú, como una tonta, obedeces y te tumbas en la cama, amargada perdida porque, no al entrar en casa, sino todo el día, has tenido un momento mierda. Pero te relajas pensando que mañana será otro día, que será distinto, pero... ¡JÁ! Te despiertas con el chirrido del despertador y te das cuenta que es otro momento mierda hasta las míseras y acortadas ocho horas de sueño de ese mismo día donde volverá a pasar lo mismo, a diferencia de que esta vez es en distinto orden, distino lugar y distinta duración.

4 comentarios:

  1. Joder, que tienes una cámara en mi cuarto o qué? Es horroroso, la verdad...
    Momento mierda. Momento mierda. Lo voy a poner en el subnick: Momento mierda.

    Te quiero mi niña *-*

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias por escucharme cozota!! :D Ya estamos en paz xD La verdad es que necestaba que alguien me preguntase xDD estaba ya un poco deseosa de descargarme, y por fin tengo las ideas claras con lo de nico, espero que se solucione todo ya de una puñetera vez, estoy bastante harta, no quiero cortar pero los dos estamos un poco... [i]no sabemos que hacer porque es demasiado raro[/i] y sinceramente, por lo menos, lo que le voy a decir ya lo teno claro ^^. Te repito que muchíiiiiisimas gracias Ranky, me has ayudado mucho y espero poder volver a ayudarte como hoy y que el momento mierda (xDD) acabe de una puñetera vez.

    TE QUIERO MUCHÍSIMO RANKY!!

    Gracias por estar siempre ahí, tan calldita xDDD

    ResponderEliminar
  3. wiii ya te tengo pillada =D
    te quierouuu!!

    ResponderEliminar
  4. La verdad que lo que tú has escrito aquí es demasiado parecido a lo mío.

    No hay un motivo aparente por el que estar mal, pero lo estás. Y te sientes bien contigo misma porque así es como quieres sentirte.

    Lo mejor es echar esas lágrimas que nos sobran y dormir, que durmiendo desconectamos por unos momentos de la horrible realidad que nos rodea.

    Y escribirlo es una buena opción para darnos cuenta de que realmente no hay ningún motivo para seguir así.

    ¿Sabes qué? Hoy voy a sonreír, pero porque me apetece :D

    ResponderEliminar

¡Comenta! Mi blog tiene mucha hambre y ¡sólo se alimenta de comentarios!