29 de enero de 2011

Quiero silencio y...

Silencio. Silencio. Sólo pido silencio.
Llamo al silencio para que traiga de la mano a la inspiración, para que me entretenga con su palabrería y me transporte a la pasión. Llamo al silencio para que las palabras broten de mis dedos y se peguen en la memoria. Llamo al silencio para no abstraerme de mi irrealidad y conseguir que mi no mundo no desaparezca de mi infinito.
Sueño con soñar los sentimientos, sueño con notar el acercamiento, de aquello que perdí en un tiempo lejano, de aquello que perdí en lo que a mí me parece lejano. Adoro sentir ese miedo, ese amor, ese conflicto, ese dolor... Sentimientos incontrolables que te hacen sentir humano, que te hacen sentir viva. Hablo del pasado, y de los pasados, porque siempre han sido lo mejor; ya que sólo recuerdas lo bueno que se vivió.
Pero éstos se mezclan en un sin fin de combinaciones y descubres que el batido de emociones te transporta a la realidad. Cuando yaces en la nube con la lluvia alrededor sientes más que cuando andas por la calle. Cerrar los ojos y vivir la realidad de tu mente.
Quiero tocar con mi dedos mi cuerpo, sentir su roce y sentir el tuyo, quiero arrinconarme en un rincón y esperar a que el horror se vaya, quiero correr por la hierba con el pelo largo ondeando al viento. Quiero terminar mis sueños tal y como son, y quiero acordarme de ellos cuando abro mis ojos, para de llover, y me bajo de la nube.
Quiero silencio, y un abrazo cálido...

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