30 de octubre de 2012

No mires atrás

Corre, salta, tropieza, sigue corriendo, HUYE. Huye de ellos, van detrás de ti, van a por ti. 
No te detengas, no mires atrás, no repares en los cortes de las ramas en tu piel, no te detengas cuando el bosque enganche tu ropa: rómpela; no te pares, no pienses, no te relajes, HUYE. 
Corre hasta que te quedes sin aliento, y cuando notes el hierro en tu boca, y cuando tu corazón esté desbocado  y cuando tus piernas tiemblen convulsivamente... Huye. No te pares, no te confíes. Siempre te perseguirán, no pararán nunca, no te dejarán nunca. 
Son los muertos del pasado, los muertos de tu pasado. Son los silencios erróneos, tus pensamientos suicidados. 

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