11 de octubre de 2013

El primer amor

Se quedó mirando cómo caía la lágrima por su mejilla; su rostro era impasible pero sus ojos ardían de ira. Max había conocido la amargura del amor, y clamaba venganza.

Nicholas acababa de cortar con ella tras dos años de relación, la cual, si le preguntabais a Max, antes de la ruptura, era maravillosa. Una pareja donde los dos se querían y se preocupaban el uno por el otro. Sin embargo, nada más lejos de la realidad; Max podía ver ahora cómo Nicholas la había tratado en este último año y medio, absorbiéndola, manipulándola y destruyéndola. Pero ese día todo cambió:

Max llevaba sospechando varias semanas de que Nicholas le estaba engañando y, una tarde que habían quedado, éste anuló la cita, como Max ya se encontraba fuera de su casa, decidió llamar a Bárbara, una de las pocas amigas que le quedaban, e ir al cine. Cuando llegaron, no vieron más que un montón de parejas súper acarameladas, pero, para desgracia de Max, una de ellas era Nicholas con una chica que, inmediatamente, se convirtió en la más guarra de toda la ciudad. Se acercaron a ello y Max explotó:

― ¡¿Qué haces aquí?!  ¡¿Y con ella?!

La chica se excusó, mirando a Nicholas como si Max no existiese y no fuera su novia.

― Ahora te veo. Cielo…

Para sorpresa de todos los que estaban mirando la escena, Nicholas no se disculpó, sino que, con la excusa de que quería conocer a gente nueva porque se estaba aburriendo en la relación, cortó con ella. La dejó, la abandonó, la tiró y la pisoteó. Cuando Nicholas terminó su penoso discurso, Max salió corriendo de allí, perseguida por decenas de ojos, abandonando a su amiga Bárbara y dejando caer los cachos de su corazón roto.

Se fue como alma que lleva el diablo al lugar más seguro de toda la ciudad: su cama. Llegó a su casa sin aliento, empapada en una mezcla de sudor y lágrimas y se enterró entre las sábanas. Lloró. Lloró y gritó hasta que le dolían la cara y la garganta. Cuando por fin perdió la voz, se levantó y fue al baño, abrió la puerta, y la imagen que vio nada más entrar le chocó tanto, que empezó a invadirla una rabia descomunal. Max se dio cuenta de que había estado saliendo con un déspota pretencioso que se había aprovechado de su amor incondicional (y tan incondicional). Pero a pesar de las ganas que tenía de devolverle la jugada, comprendió que, si seguía por ese camino, seguiría atada a él de por vida. Max decidió hacer lo más sensato de toda su vida: olvidarle. Pero aún hoy, años después de aquello, Max se sigue acordando de Nicholas y de todo lo que sintió por él.

El primer amor nunca se olvida, por muy doloroso que haya sido.

2 comentarios:

  1. Ya te lo dije ayer, pero te lo vuelvo a repetir: Me encanta.
    Espero poder seguir leyendo cosas así porque se te MUY bien.
    He dicho.

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    Respuestas
    1. Deduzco que es que se me da muy bien xDDD Muchas gracias nii-san <3 La próxima semanita más <3

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