Y las zarpas del tiempo se abalanzaron
sobre ella, inocente y joven, mientras absorbía los colores del
cielo. Ajena a su ataque, seguía soñando en su eterna primavera, en
el suave roce de su piel, en su larga y briosa cabellera. Sin
embargo, el peligro acechaba, y su juventud huía despavorida por
segundos. Las garras de la vejez se iban incrustando en su cuerpo
poco a poco sin que apenas se notasen. Todo a su alrededor parecía
eterno, incluso las fugaces olas que se arrimaban a la orilla.
Allí, tumbada, percibió el leve
murmullo de lo efímero, pero volvió la cara al sol, ignorando los
lentos pasos que pronto llegarían.
Me da coraje ver que me comentas a los días de que lo hayas hecho, me meto muy de vez en cuando, pirdón :( pasa que vivo en el limbo, empanada, que no reacciono cuando tengo que hacerlo, no sé, fue sobre todo por el motivo de no ponerme en serio a estudiar, que por fin he conseguido entrar a lo que quería y parece que no me doy cuenta y no lo aprovecho como debería. No sé, ya me pasó en segundo y la cagué, y parece que no reacciono, no aprendo.
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